Muchas personas oyen hablar de estos términos a gurús de las finanzas, expertos, banqueros y demás. Lo escuchamos radio, vemos en televisión….pero¿ sabes realmente en qué consiste y para qué sirve?. Estas 2 palabras si se enseñan a un niño y este es disciplinado en el ahorro puede marcar un antes y un después en su vida. El secreto está en hacer pequeñas aportaciones mensuales en un producto «X», y dejarlo reposar a largo plazo como si fuera una comida de las de siempre. Tan sólo tenemos que ser pacientes y esperar tiempo a que ese dinero crezca exponencialmente. Eso es la Capitalización Compuesta: nuestro dinero ahorrado mensualmente, genera unos intereses, que se unen a ese capital, obteniendo más capital, y mas intereses y asi como si fuera una bolita de nieve que se tira desde el pico más alto sobre la nieve de la ladera. Cuando llega abajo la bola de nieve es considerablemente más grande que como inició el descenso. La Capitalización Simple, por el contrario, interrumpe ese flujo de intereses, al retirar el dinero del producto «X», y hacer nuestra colaboración a Hacienda. En el momento que se corta el flujo, se para toda la maquinaria, y hay que empezar de cero, con lo que aunque repitamos este proceso durante los mismos años que durase la Capitalización Compuesta, ésta será siempre mayor que la Simple.